VOLVER A ESTUDIAR

Volver a estudiar después de un largo periodo de tiempo, no es tarea fácil. La frase el hábito hace al monje, es la más acertada para una situación como estas. Hay historias admirables, de personas que han sacado el Graduado Eso a los 70 años. En estos casos, cabe quitarnos el sombrero, y la palabra chapeaux, válgase la redundancia de la lengua gala, es la más adecuada ante tal hecho.

Pero todo ello no es un camino de rosas, porque si después de llevar 6-7 años o incluso más, intentamos leer unos apuntes o un tema  de química inorgánica, por poner un ejemplo, va a ser un verdadero calvario.

Cuando volvemos a retomar los estudios para prepararnos a pruebas libres de título o de acceso, lo hacemos con gran ilusión.  Esa ilusión lo puede todo, porque queremos evolucionar, cumplir nuestras metas y dedicarnos a aquello que siempre hemos soñado.

Pero pasadas una o dos semanas de ese primer contacto, puede que nos inunde el temible miedo al fracaso. Muchos alumnos sienten que no van a poder. Es así, porque recuerdan la última vez que fracasaron, y tienen miedo que vuelva a ocurrir. Esta reacción, es completamente normal. Debes entender, que el fracaso forma parte del éxito. Si antes no fracasaste, es imposible que vayas a tener éxito, porque ganar y perder son dos caras de la misma moneda. Si has fracasado una y otra vez estás más cerca del éxito de lo que tú imaginas. No tengas miedo a fracasar, porque si no lo intentas lamentarás ni siquiera haberlo intentado una vez más.

Por ello,  enunciaremos unos pequeños trucos, para que esa vuelta sea lo más liviana posible.

Empieza con pequeños retos

Leer una línea al día alarga la vida. Esta frase siempre se utilizó con manzanas, pero vale para todo si ponemos un poco de nuestra parte. Empieza a leer un poco, aunque sean 5 líneas. Aunque no las entiendas muy bien, intenta imaginar esas 5 líneas, como las dirías con tus palabras. Al día siguiente, leemos las 5 líneas que leímos el día anterior y le añadimos 10 más. Ya habremos leído 15 líneas. Así, día tras día leeremos las anteriores añadiendo un poco más.

Muchas veces vemos el tiempo como nuestro enemigo, porque tenemos el examen pronto, entregar unas tareas y el tiempo nos apremia. Intenta darle la vuelta. Si quieres presentarte a un examen de la EOI, prueba libre de título de bachillerato, planificarlo con antelación es una gran ayuda. Entiendo que tengas tentación en presentarte a las próximas pruebas dentro de dos meses, o incluso el mes siguiente, pero esto es un gran error. Hay mucha ilusión y urgencia en conseguir metas, pero debemos ser realistas y comenzar a pensar que nuestro éxito también depende del tiempo que vamos a dedicar.

Muchas veces nosotros mismos nos ponemos la piedra para caer. Si comenzamos la casa por el tejado, seguro que nos quedamos sin casa. Comencemos con las materias que más nos gusten, si prefiero inglés antes que matemáticas, inglés empezamos. Y sin darte cuenta, habrás creado un pequeño hábito de estudio y posteriormente las matemáticas no te van a costar.

¿No has pensado nunca que los estudiantes de antaño eran unos lumbreras? Pues ciertamente, sea así. Hace 20 años los estudiantes debían buscar la información en bibliotecas, catálogos de libros, enciclopedias y mapas mundo que cada dos por tres estaban desactualizados. Ahora hay mucha información en la red, hay mucho material y vídeos explicativos que antes era impensable. Cuando estudies un tema, busca vídeos relacionados o ejercicios resueltos. Hay mucho material, busca un poco y ampliarás conocimiento.

Buscar ayuda de aquellas materias que más se nos hacen cuesta arriba, es una gran ventaja. Tal vez, tengas el hábito hecho, lleves bien todas las materias, pero hay una que se nos resiste. Si detectas esto a tiempo, el éxito estará asegurado. No esperes al último día, cuando las papelerías están cerradas a comprar tu cartulina. Si la cartulina es esa materia, empieza hoy mismo porque luego ya no habrá solución.